El mercado de materiales de construcción moderno ofrece casi 50 variedades de ladrillos. A pesar de esta variedad, este material tiene propiedades clasificadas, algunas de las cuales pueden verificarse independientemente del tipo de producto.
Al elegir un ladrillo, los compradores se guían por sus características de rendimiento: resistencia, resistencia a bajas temperaturas, capacidad para absorber la humedad, etc. Básicamente, hay dos tipos de ladrillos en el mercado hoy en día: cerámica y silicato. Los productos difieren en el método de producción, las condiciones de uso, pero coinciden en términos de los parámetros operativos dados por el consumidor. Para elegir el ladrillo adecuado, debe conocer sus cualidades básicas.
Especificaciones del ladrillo
Las principales características de cualquier ladrillo incluyen principalmente la resistencia. En la marca, se indica con el número (75-300) después de la "M". El número caracteriza la resistencia del producto a la deformación y las tensiones internas. Por ejemplo, M100 significa: un ladrillo puede soportar libremente una carga de cien kilogramos por 1 cm2. El segundo parámetro operativo no menos importante es la resistencia a las heladas. Se designa como "F" y muestra cuántos ciclos de congelación-descongelación puede soportar el producto. Las grandes fábricas modernas producen ladrillos de la marca F35, no más bajos. Si hay un producto marcado como F25 o incluso menor, entonces dicho material es adecuado para usar solo en climas cálidos. Otro parámetro son las dimensiones. La versión y media más común: 205x120x88 mm: es conveniente tomar un ladrillo de este tipo con una mano. Menos común es el tipo simple: 250x120x62 mm y el tipo doble: 250x120x100 mm.
Cómo elegir un ladrillo
En primer lugar, puede solicitar al vendedor el certificado correspondiente. Sin embargo, sucede que los documentos no te serán mostrados, y si lo hacen, no es un hecho que sean reales. Queda por intentar determinar de forma independiente al menos aproximadamente la calidad de los productos ofrecidos. Primero, examine algunos ladrillos; si hay grietas en ellos, es mejor abstenerse de comprar: el ladrillo se hizo con violaciones de la tecnología (receta de mezcla incorrecta, tratamiento térmico deficiente, etc.). Además, las sospechas deben ser causadas por numerosas inclusiones extranjeras; si son grises y tienen una estructura suelta, entonces esto es un signo de cal viva. Cuando entra en contacto con el agua, el ladrillo puede destruirse. Para probar la resistencia, tome un ladrillo peor (en apariencia) y rómpalo. Demasiadas astillas indican un problema de mezcla, un núcleo negro indica una anomalía en el tratamiento térmico y un núcleo de color mostaza indica que el producto estaba subexpuesto en el horno.
Al comprar ladrillos silicocalcáreos, preste atención a su geometría: las esquinas deben ser claras y rectas. El producto no debe tener grietas, astillas, abolladuras, huecos, inclusiones extrañas. Vale la pena señalar que el ladrillo de arena y cal es más barato que la cerámica, pero no resiste el contacto constante con la humedad y no resiste bien las altas temperaturas. Todo esto debe tenerse en cuenta al seleccionar el material para la construcción.