Las paredes de ladrillo son una solución lo suficientemente atractiva y original para interiores de diferentes estilos. Pero, por regla general, dichas superficies deben tratarse de modo que la mampostería y el mortero que se utilizó para erigir la pared no absorban el exceso de humedad, lo que eventualmente destruye el cemento. La mayoría de las veces recurren a pintar paredes de ladrillo.

Es necesario
- - un paño o cepillo de alambre duro;
- - detergente especial para paredes;
- - esponja
- - cepillos de cerdas duras;
- - cuchillo raspador;
- - rodillo.
Instrucciones
Paso 1
Examine la pared con cuidado en busca de grietas y protuberancias. Limpie las grietas de los escombros, luego selle con cemento (puede usar pintura de látex).
Paso 2
Selle las pequeñas grietas con una capa de yeso. Limpiar las costuras ubicadas en la mampostería de la capa de mortero y sellar también con masilla.
Paso 3
Con un paño duro, puede cepillar, llevar la pared a un estado suave.
Paso 4
Lave y elimine las manchas de cal con un detergente especial. Preste atención a estos puntos: su apariencia indica que el agua puede entrar en la pared en algún lugar, lo que debe eliminarse de manera oportuna. En caso de fuerte contaminación, trate la pared de ladrillos con un solvente para eliminar los restos de lechada de cal o pintura aplicada previamente.
Paso 5
Deje que la pared se seque; puede tardar varias semanas en secarse. Si no espera hasta que esté completamente seco, más tarde puede aparecer moho.
Paso 6
Imprima la pared. Use una imprimación que penetre profundamente y tenga una buena repelencia al agua. Aplicar en una capa que no debe tener más de dos milímetros de grosor. Por lo tanto, puede alinear correctamente la pared.
Paso 7
Pinta la pared de ladrillos. Para ello utilice pintura diluida con agua. Es mejor elegir una pintura que sea adecuada para aplicaciones de mampostería. Use un cepillo rígido y un raspador para limpiar la pared. Aplique la pintura en franjas superpuestas, de aproximadamente uno a dos metros de tamaño.